Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO | 8 mayo 2024.

Teletrabajo para todas

    Desde la imprevista llegada del covid19 y sin que tengamos posibilidades hasta la fecha para poder luchar cara a cara contra él, se ha optado por posibilitar preferentemente quedarse en casa trabajando a un gran número de personas antes de poner en riesgo la salud en los centros de trabajo.

    18/06/2020. Carmen López López, secretaria de las Mujeres de FSC-CCOO
    "Teletrabajo", viñeta de Laura Saz Almadán

    "Teletrabajo", viñeta de Laura Saz Almadán

    Esta opción no va acompañada de una negociación recogida en la normativa sino de un Real Decreto Ley de urgencia para evitar riesgos de contagio durante la pandemia. Al tratarse de un escenario de alarma en la mayoría de los casos no ha ido acompañado de medidas de igualdad, salud laboral o prevención que debieran ser exigibles en empresas y Administraciones Públicas, incluso en la mayoría de los casos se ha trabajado con el material personal de la gente trabajadora.

    Como mal menor no se han exigido dichas medidas en este primer momento, nada que alegar, pero una vez pasados los momentos iniciales y tras la progresiva vuelta a la nueva normalidad, debe existir una regulación acorde a la legislación laboral para el teletrabajo y no seguir el actual tratamiento de trabajo en los domicilios particulares como si estuviera al margen de la legislación laboral y sin posibilidad de mejora.

    El teletrabajo en nuestro país dicen que ha venido para quedarse, pero existe desde hace tiempo aunque no gozaba del beneplácito empresarial y laboral, salvo con algunas menciones en los acuerdos del diálogo social, el artículo 13 del ET el pacto 2002, que ha propiciado unos acuerdos que salvo excepciones son muy mejorables. Pero está sucediendo en estos momentos que el teletrabajo se ha instaurado de manera feroz y necesita de una buena regulación por lo que no podemos estar al margen de esta.

    Lo urgente no puede desbancar a lo importante y se precisa de una norma para regular y mejorar las condiciones laborales de los y las trabajadoras que lo realizan, pues aún conservando todos los derechos de origen no es igual la realización en el domicilio particular. No todo puede valer y esta medida —que se visualiza como una nueva forma de trabajo extendida en estos tiempos— no puede significar una pérdida de derechos ni la externalización o privatización en las empresas o AAPP.

    Quienes ejercen el teletrabajo son personas trabajadoras de su propia empresa o Administración Pública y por tanto tienen los mismos derechos que si estuvieran en el centro de trabajo. Este no puede suponer la vuelta al hogar por falta de medidas de corresponsabilidad para las mujeres, la falta de medidas de prevención, salud laboral, la pérdida económica o que todo el coste repercuta en la persona trabajadora, es decir, no puede servir de excusa para revertir derechos, más bien todo lo contrario. Debemos conseguir una regulación para seguir avanzando en derechos laborales erradicando la pérdida de estos y para conseguir una nueva y mejor legislación laboral.

    En el mundo laboral y en la sociedad en la que creemos no podemos consentir una vuelta al hogar de las mujeres tampoco a través del teletrabajo por no prever medidas de igualdad en la negociación. Por ello en lo que respecta a CCOO no queremos permitir que esto suceda.

    Por último es imprescindible recordar que en estos tiempos que corren no nos podemos olvidar de la perspectiva de género, el lenguaje inclusivo, las medidas de acción positiva para evitar el recorte de derechos y conseguir la igualdad que deben estar presentes en todos nuestros actos, documentos, acuerdos, etc. que forjemos desde nuestro sindicato. Por todo ello:

    NI UN PASO ATRÁS EN IGUALDAD