Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO | 26 abril 2024.

Virginia Woolf, feminista pionera y una de las escritoras más influyentes de la literatura

    Adeline Virginia Stephen nació en Londres en 1882. Su padre fue un destacado crítico literario, historiador y alpinista y su madre pertenecía a una familia de editores. Adoptó el apellido Woolf de Leonard Woolf con el que, a pesar de sus dudas sobre el matrimonio, se casó en 1912, lo que no le impidió mantener relaciones con la también escritora Sackville-West, en la que encontró su musa literaria y se inspiró para su novela Orlando (1928).

    18/06/2020. Begoña Marugán Pintos, adjunta a la Secretaría de las Mujeres FSC-CCOO
    Virginia Woolf, ilustración de Eva Sanabria Álvarez

    Virginia Woolf, ilustración de Eva Sanabria Álvarez

    Fue una figura destacada del Grupo de Bloomsbury al que pertenecían intelectuales como Forster o Strachey, economistas como Keynes o los filósofos Bertrand Russell y Ludwig Wittgenstein cuyo objetivo era la búsqueda crítica del conocimiento.

    Virginia Woolf está considerada una de las escritoras más importantes del siglo XX. Revolucionó la narrativa en el siglo XX y mediante la misma defendió los derechos de las mujeres.

    Figuran entre sus obras novelas como Fin de Viaje (1915), Noche y día (1919), El cuarto de Jacob (1922), La señora Dalloway (1925), Orlando (1928), Al faro (1927), Las olas (1931) y Los años (1937) y más de una treintena de libros de otros géneros, entre los cuales destaca el ensayo como Tres Guineas (1938), con el que continuó con los temas feministas de Una habitación propia (1929).

    En Una habitación propia reflexión sobre las mujeres y la literatura. A lo largo de 6 capítulos revisa la cuestión desde distintos puntos de vista, para llegar a la conclusión inicial: “una mujer necesita dinero y una habitación propia para dedicarse a la literatura” y llama la atención sobre el hecho de que “es muy probable que la literatura contenga más verdad que la realidad” (pag. 8).

    Revisa la posición y situación de las mujeres durante siglos y mantiene que “Las mujeres han servido durante siglos como espejos dorados del mágico y delicioso poder de reflejar la figura del hombre duplicando su tamaño natural” (…) Por eso Napoleón y Mussolini han insistido tanto en la inferioridad de las mujeres, porque si no fueran inferiores, ellos dejarían de agrandarse. Esto explica en parte la necesidad que los hombres tienen de las mujeres. Y explica también por qué sus críticas les inquietan tanto. (…). Y es que cuando las mujeres empiezan a decir la verdad, la figura del espejo se encoge; su aptitud para la vida disminuye” (pag. 47). Recordando a las mujeres “cuántas cosas dependen de vosotras y la influencia que podéis ejercer sobre el futuro y que lo más importante, por encima de todo, es ser uno mismo”.