Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO | 1 mayo 2024.

ENTREVISTA A: Maite Garabieta Bidaurrazaga, Idazkaritza Nagusia/Secretaría General FSC-CCOO Euskadi

    28/01/2021.
    Maite Garabieta Bidaurrazaga, Idazkaritza Nagusia/Secretaría General FSC-CCOO Euskadi

    Maite Garabieta Bidaurrazaga, Idazkaritza Nagusia/Secretaría General FSC-CCOO Euskadi

    ¿Qué responsabilidad ocupas actualmente?

    Secretaría General de FSC-CCOO de Euskadi.

    ¿Desde cuándo?  

    Desde el año 2012.

    ¿Has ocupado antes otras responsabilidades sindicales?

    Sí, comencé en el año 2000 incorporándome en la Comisión Ejecutiva de la FSAP de Euskadi y asumiendo la Secretaría de la Mujer y del Área Pública de CCOO de Euskadi, en el año 2003 pasé a formar parte de la C. Ejecutiva de la FSAP estatal y me hice cargo con muchísima ilusión, he de decirlo, de la Secretaría de la Mujer estatal. En el 2009 asumí, tras la fusión de las dos federaciones, FCyT y FSAP, la Secretaría de la Mujer de FSC-CCOO. En el año 2011 volví a Euskadi para hacerme cargo de la Secretaría de Organización de FSC-CCOO de Euskadi y en el año 2012, me embarqué en esta locura que es la secretaria general, hasta hoy. Todas mis etapas han sido muy muy enriquecedoras, pero reconozco que la responsabilidad de una secretaría general, además de enriquecedora, es agotadora…¡¡aunque merece mucho la pena llegar hasta aquí!!

    ¿Crees que por ser mujer has tenido más dificultades y obstáculos?

    He tenido alguna zancadilla que otra y sobre todo, dependiendo del ámbito, tanto interno como externo, he notado, en varias ocasiones, que tenía que demostrar mi valía para que se me tuviera en consideración y respeto en el trabajo que en ese momento estaba realizando, tanto dentro de nuestra organización como fuera de ella, esta situación a los hombres no les pasa, en general, aunque digan y/o hagan auténticas burradas.

    ¿Ha tenido alguna ventaja?  

    Pues sí, por el mismo motivo, cuando tienes claras las ideas y lo demuestras, se produce un respeto importante e inmediato que se palpa claramente.

    ¿El poder y las mujeres está reñido?

    En absoluto, ¡¡¡jamás!!! Debemos estar en donde nos corresponde, siempre y aunque nos cueste, debemos exigir lo que es nuestro. No debemos ni amilanarnos ni ponernos trabas a nosotras mismas por ser mujeres. Sabemos hacerlo y sabemos llegar perfectamente a los objetivos y trabajamos muy bien. Debemos romper todo techo que nosotras mismas nos pongamos y fregar rápidamente todo suelo que nos haga resbalar, patinar o se nos pegue a las suelas.

    ¿Crees que lo ejercemos del mismo modo que los hombres?  

    Incuestionablemente no. En general, insisto en esto, en general, tenemos otra forma de trabajar, de afrontar la dirección, de delegar el trabajo, de reconocer y valorar el trabajo bien hecho, de valorar por encima de todo la parte humana, de humanizar el día a día. Nuestra forma de proceder es muy diferente, no quiero entrar en si es mejor o es peor, porque eso da para un largo debate, lo que es cierto es que es diferente. Tengo muy claro que si ambas formas de trabajar se juntan, la de hombres y mujeres y se respetasen sin imposiciones, hecho este muy importante, es tremendamente enriquecedor para ambos sexos y por supuesto que, para el resultado del trabajo. El problema es que los roles y la educación patriarcal todavía prevalece y para un hombre, en muchas escenas de nuestra vida, ser humano se traduce con que es un ser débil, que una mujer sea humana es lo normal aunque a veces se confunda con que “parece una madraza”. Este posicionamiento general, insisto en lo de general, es un gran error del que espero que antes o después aprendamos, llevamos muchísimos años arrastrando estas rémoras, ya va siendo hora de reconocernos cada una y cada uno en nuestro sitio, sin rivalidades y sin enquistamientos innecesarios.

    ¿Qué ha supuesto para tí, en tu vida personal ser dirigente de CCOO?

    Pufff mucho en todos los sentidos…

    He perdido y dejado muchas cosas en esta andadura, tanto en mi vida personal como profesional y ya son imposibles recuperar pero, como contraposición, me ha enriquecido muchísimo como ser humano, he visto lo bueno y lo malo de la vida a través de nuestro día a día sindical y me ha enseñado tanto, que estoy convencida que en ningún otro lugar hubiera tenido una lección tan amplia. Sinceramente me gustaría volver a comenzar el 2000 con lo que sé ahora... 

    ¿Qué ha aportado tu visión feminista a la acción sindical?  

    Para mí todo, es esencial. No concibo mi vida, diría más, la vida de toda mujer, sin el feminismo como filosofía de vida, es una constante que la aplico en todo lo que hago, siempre. De hecho cuando piden que me defina, siempre hago el mismo recorrido, soy una mujer, feminista y sindicalista. El feminismo es la gran parte desconocida de la vida de muchas personas a las que les da miedo siquiera mencionarlo y resulta que cuando conocen esa filosofía de vida, la abrazan con el cariño que se puede abrazar a una hermana mayor, crea ilusión y la necesidad de una sana rebeldía cómplice. Se busca una sociedad igualitaria, real, no de cuento. Aplicar el feminismo a la acción sindical diaria, continuamente, es una bombona de oxígeno para nuestro mundo laboral, económico y social y con quien no vea que esta es la realidad de la vida, necesitamos tener una tranquila conversación.

    ¿Crees que la existencia de mujeres en la dirección del sindicato permite… ¿Qué permite, aporta tanto en el interno, como en el externo? 

    ¿Permitir?, no creo que “permitir” sea la palabra adecuada, ya no es el momento de dar o solicitar permisos para hacer lo que consideramos que hay que hacer. Lo que genera o aporta, (esta palabra sí que me gusta), son sinergias bien diferentes, que ayudan a que se vea la realidad de la vida desde todos los ángulos, no solamente desde uno. Estar en la dirección de una organización, de cualquier entidad, facilita que se nos oiga. No debemos ponernos obstáculos para llegar, ya habrá quienes nos los pongan, pero aprendiendo a saltar se avanza mucho. Algo más de la mitad de la población somos mujeres, la otra mitad hombres, ocupemos los espacios que nos corresponden.

    ¿Qué esperas del futuro del sindicato?

    Pues ya que hemos iniciado un nuevo proceso congresual, lo primero que espero de este sindicato es que en el próximo congreso se apruebe la definición de “CCOO sindicato feminista” por abrumadora unanimidad, sin tapujos y con un par, que vamos tarde.

    Después seguiremos haciendo el trabajo poco a poco. Tenemos gente muy buena con una convicción absoluta en la defensa de los derechos de mujeres y hombres, sociales económicas y laborales. Somos un puntal a nivel estatal en cuanto a preparación, formación, rigor de conceptos e ideas, seriedad y buen trabajo. Siempre, durante toda mi trayectoria he trabajado con la juventud a la que, a pesar de nuestros magníficos discursos, no se les facilita una entrada muy fácil en esta organización y menos en sus órganos de dirección. En todo este conglomerado de personas y sindicalismo, solo me falta una cosa más, ¡¡¡por el momento!!!, que más pronto que tarde, hayan más Secretarías Generales que sean mujeres, feministas y jóvenes, sería absolutamente renovador para nuestros pulmones sindicales.