Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO | 29 marzo 2024.

Termina la COP15 con la aprobación de un pacto mundial por la biodiversidad

    El pacto mundial de la biodiversidad alcanzado por las 196 delegaciones de países participantes en la COP15 celebrada en Montreal, insta a proteger y restaurar un 30% de las áreas marinas y terrestres del planeta para el año 2030 en el Plan 30x30.

    22/12/2022.
    COP15

    COP15

    La segunda parte de la Conferencia sobre Diversidad Biológica de la ONU (COP15) se ha desarrollado en Montreal (Canadá) entre el 7 y el 19 de diciembre de 2022 y en ella han participado delegaciones de los 196 países participantes. Por primera vez han participado también representantes empresariales así como organizaciones internacionales de ámbito social y medioambiental y grupos de interés.

    En esta Conferencia se debía analizar también la implementación de los protocolos del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD, por sus siglas en inglés) que abordan la distribución justa y equitativa de los beneficios del uso de la biodiversidad, el transporte, manipulación y etiquetado seguros de los organismos vivos modificados.

    La primera parte de la COP15 tuvo lugar de forma telemática en octubre del año 2021 y finalizó con la Declaración de Kunming (China) donde se recogían los compromisos para reforzar la protección de la biodiversidad, con la advertencia de que 2030 podía “ser tarde” para revertir el daño causado sobre el planeta y asegurar la neutralidad en carbono para el año 2050.

    El texto final para la preservación de la biodiversidad planetaria establece cuatro metas a 2050 y 23 objetivos a 2030 para lograrlas.

    Con respecto a las metas para 2050, figura detener la extinción inducida por el hombre de las especies amenazadas conocidas actualmente y reducir diez veces la tasa de extinción y el riesgo de extinción de todas las especies

    Por ello, entre los más de 20 objetivos está el de limitar la contaminación agrícola y plástica con propuestas para reducir en un 50% el uso de plaguicidas, abordar la reducción de especies invasoras, reformar o eliminar los subsidios que son perjudiciales para el medio ambiente y aumentar la financiación para la naturaleza de fuentes públicas y privadas.

    Para financiar la restauración y protección de la biodiversidad, se movilizarán hasta 2030 con presupuestos nacionales e internacionales al menos, 200.000 millones de dólares al año, procedentes tanto de fuentes públicas como privadas. 

    Como en otras cumbres, las diferencias entre los países desarrollados y el sur global sobre la financiación para la biodiversidad han estado a punto de provocar el fracaso de la cumbre.

    Son muchas las dudas e incertidumbres que varias organizaciones ecologistas trasladan sobre esta Conferencia, principalmente por cuestiones de financiación y gobernanza.

    Al igual que en otras COPs, la ausencia de objetivos concretos y vinculantes, mecanismos de implementación y cumplimiento de las medidas y la definición de algún tipo de responsabilidad jurídica frente a las infracciones convierten estos pactos mundiales en meras acciones de “greenwashing” o capitalismo verde que no sirve para poner un freno eficaz al declive en biodiversidad que venimos sufriendo desde hace décadas. 

    Así lo atestigua un reciente informe de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) de la ONU según el cual: “El planeta está sufriendo la mayor pérdida de vidas desde la época de los dinosaurios. Son ya un millón de especies de plantas y animales las que están en peligro de extinción”.

    Sin embargo, no queremos desmerecer este primer gran pacto global por la biodiversidad y especialmente por ser la primera vez que se toma en consideración de los derechos de los pueblos indígenas y comunidades locales como sujetos de derecho y socios necesarios en la conservación de los espacios que les son propios. 

    Actualmente un 17% del territorio terrestre y un 10% de los océanos tiene la consideración de área protegida. El objetivo del Plan 30x30 puede agravar los problemas de los pueblos indígenas sino existe una política de financiación y un plan de gobernanza que garantice la supervivencia de estas poblaciones en su entorno natural como los mejores garantes de su conservación.

    Desde CCOO insistimos en la necesidad de que los compromisos sean vinculantes y que la sociedad civil pueda denunciar los incumplimientos que se produzcan en detrimento de la biodiversidad en nuestro planeta.

    ¿Y qué hacemos con el 70% restante?

    Más allá de que se pueda alcanzar el objetivo de crear áreas de protección terrestre y marina en un 30% de la superficie del planeta, de nada serviría si se permite destruir el 70% restante. 

    Por eso, resulta de interés otro de los compromisos recogidos en este nuevo marco global que es el de fortalecer las leyes medioambientales nacionales y su cumplimiento para proteger la biodiversidad y reformar o eliminar los subsidios y otros incentivos que son dañinos para la biodiversidad.

    Siguiendo este mandato, tanto el gobierno de España como el de las Comunidades Autónomas y Administraciones locales, deben aprobar medidas que detengan la pérdida de biodiversidad y además potenciar la renaturalización de los núcleos urbanos para fomentar la biodiversidad urbana.

    Esta línea de acción específica para el medio urbano está contemplada en la Estrategia Nacional de Infraestructura Verde y de la Conectividad y Restauración Ecológicas aprobada por el Consejo de Ministros en octubre de 2020.

    La renaturalización urbana se propone como una estrategia para incrementar la resiliencia de las ciudades cumpliendo múltiples funciones sociales y ambientales, dentro de un modelo de crecimiento acorde con los límites del planeta que permita transitar hacia nuevos sistemas de funcionamiento integrados en la naturaleza.

    RESUMEN DE LA INFORMACIÓN OBTENIDA SOBRE LA COP15 BIODIVERSIDAD:

    ONU

    Ecologistas en acción

    Amigos de la tierra

    Birdlife

    WWF