Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO | 28 marzo 2024.

Combatir la pobreza, recuperar la ciudadanía

    En una interesantísima reflexión, Santiago Alba Rico nos habla de las personas que no esperan nada de las elecciones. No les ha cambiado la vida, ni con unos gobiernos ni con otros, se sienten excluidos de la ciudadanía, no votan. Una reflexión que debe interpelar muy directamente al conjunto de las izquierdas.

    09/08/2022. Xavier Navarro, director Perspectiva
    Pobreza. Foto de pixabay

    Pobreza. Foto de pixabay

    Junto a esta -más que interesante e importante- lúcida reflexión de Alba Rico, debemos atender al argumentario que Ángel Munárriz plantea en su artículo "La desigualdad mete a los pobres (y a la izquierda) en una trampa electoral". En el mencionado artículo, el autor nos pone al descubierto los múltiples estudios que demuestran que la pobreza aleja a los votantes de las urnas y acaba bloqueando las políticas redistributivas.

    Constantemente se nos muestran signos que evidencian el nivel hegemónico del relato de las derechas clasistas y contrarias a los derechos sociales. El simple hecho que en un programa de RTVE se plantee como elemento de debate la siguiente pregunta "¿Deben las becas tener en cuenta el mérito académico o solo el nivel de renta?" evidencia la afirmación realizada.

    Esta realidad nos debe poner ante la urgencia de plantear actuaciones que permitan iniciar un giro, un cambio de rumbo.

    Es posible que haya quien encuentre una enorme dificultad y se refugie en el aquí y ahora, sin valorar lo que significa esta realidad social. El aquí y ahora, sin negar en absoluto la validez y la necesidad del combate diario por salarios, empleo y condiciones laborales, no puede ser un justificante de su inmovilismo económico-corporativo.

    El combate por la transformación es ahora más complejo, más duro. Los cambios sociales, la digitalización de nuestras vidas, el llamado capitalismo de vigilancia, el hedonismo imperante que atraviesa nuestra dermis organizativa, dificulta nuestra tarea. Urge salir del desconcierto que domina nuestra era, y ejercer de catalizador de las ideas y propuestas favorecedoras de cambios políticos y que estos sean visibilizados.

    Es necesario ofrecer un horizonte de un nuevo orden de justicia social, y políticas concretas favorecedoras de la recuperación del sentimiento de ciudadanía en capas importantes de nuestra sociedad. Más derechos sociales, más democracia, más ciudadanía.

    Estas son nuestras urgencias: poner el centro en lo laboral, lo social, lo democrático, con propuestas reales y factibles, y por supuesto, dejar de contestar memeces lanzadas como anzuelos.

    Tenemos que ser muy conscientes que la lucha de clases, esa lucha que siempre ha existido y está en un momento muy álgido. La clase dominante ha lanzado una terrible ofensiva y, ante tamaño y brutal ataque, hemos de responder, siempre con propuestas, siendo capaces de generar un amplio consenso alrededor de los derechos sociales, de las clases trabajadoras y que estos sean la parte consustancial del avance democrático y los derechos de ciudadanía, sumando a amplias capas de la sociedad.