Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO | 29 marzo 2024.

Hay que vivir con Orgullo. Hay que vivir el Orgullo

    La mayor parte de las niñas, los niños que podríamos definir como lesbianas, gais, bisexuales, trans, aquellos que no se identifican con las expectativas de género… (LGTB, para simplificar) llegan a tener conciencia de que lo son a través del insulto. La injuria les precede. Cuando el temido nombre se impone –“maricón”, “tortillera”, “marimacho”, “nenaza”, hay tantos- la niña, el niño, continúa su desarrollo en el miedo a ser de nuevo nombrada o señalada. En muchos casos, aprende a esconderse, a construirse una máscara, a disimular; en otros, a acostumbrarse a esa injuria, al acoso, al estigma que conlleva. Terrible construcción de la personalidad desde el miedo, la ocultación y la vergüenza.

    20/06/2017. Jesus Generelo Lanaspa, presidente de FELGTB
    ORGULLO LGTBI 2017: MÁS ORGULLO, MÁS CIUDADANÍA

    ORGULLO LGTBI 2017: MÁS ORGULLO, MÁS CIUDADANÍA

    Cada 28 de Junio se celebra en todos los países que pueden permitírselo el Día Internacional del Orgullo LGTB. Ese día, millones de personas que fuimos antes esos niñas y niños aterrorizados e injuriados salimos a las calles para dejar atrás ese pasado, para romper con la falta de autoestima que nos acompañó en nuestra adolescencia, a veces durante nuestra juventud o incluso bien entrada la edad adulta. Nos ponemos el Orgullo de ser, de parecer, de expresarnos, por montera y salimos a la calle a mostrarnos como somos, sin ninguna máscara hetero-cis-normativa que nos cubra.

    Lo hacemos ese día porque otro día parecido, allá por 1969 otro grupo de personas insultadas, vejadas, maltratadas por la policía en el Greenwich Village neoyorkino dijeron basta, hasta aquí de aguantar humillaciones sin levantar la cabeza con orgullo. Tenía que pasar en algún lugar. Porque la gente tiene un límite y las humillaciones se soportan hasta que dejan de soportarse, y entonces surge el orgullo.

    Desde esa gloriosa fecha de revoluciones personales y sociales, el 28 de junio de 1969, la ciudadanía ha ido levantándose en muchas ciudades, en muchos lugares del mundo, y se han ido construyendo otros cientos, millares, de pequeños o grandes levantamientos frente a esa norma social que nos ha puesto la bota encima de la cabeza con tanta saña. Son levantamientos pacíficos, visibilizadores.

    Movimientos que hacen de la reivindicación una fiesta o que convocan fiestas reivindicativas. Porque, ¿hay mejor manera de reivindicar la identidad de una misma que a través de la celebración de esa misma identidad y del hermoso mosaico que componen la diversidad sexual, de género y familiar de nuestras sociedades?

    En Madrid, COGAM y FELGTB organizan una de las manifestaciones del Orgullo más multitudinarias del Mundo. Cada año muchas jóvenes, muchos jóvenes (o no tan jóvenes), contagiadas de la alegría que transmite esa celebración de la diversidad, se inyectan su dosis necesaria de Orgullo para salir del armario, para reafirmarse, para aprender a vivir queriéndose tal y como son. Es un hermosísimo momento de catarsis, de logro de la libertad más plena que un ser humano puede conocer.

    Este año, además, en Madrid se celebra el Orgullo Mundial, el World Pride, de modo que tenemos un doble compromiso: no solo con nuestras/os jóvenes, con nuestra sociedad, sino con las personas LGTB de todo el mundo. Nuestro clamor, nuestra reivindicación de los derechos humanos ha de traspasar fronteras, ha de oírse en cada rincón del planeta. Hemos de llevar nuestro Orgullo y nuestra libertad allá donde más lo necesitan. Hemos de mostrarles la esperanza en que si aquí, en España, las personas LGTB hemos pasado en pocas décadas de ser peligrosas sociales a ocupar las calles, allí en donde viven regímenes represores, crueles, también lo van a lograr. Por eso este 1 de julio nos vamos a manifestar en Madrid bajo el lema “Por los Derechos LGTBI en todo el Mundo”.

    Porque es imposible vivir sin orgullo. Y para transmitir ese orgullo a quien más lo necesita, sigue siendo necesario vivir el Orgullo.