Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO | 19 abril 2024.

Discriminación en las artes escénicas

    No es necesario contar todo lo acontecido a raíz de la declaración de pandemia por COVID-19 por parte de las autoridades sanitarias, no sólo de España, sino de países de todo el mundo.

    18/06/2020. Nuria de Frutos Roe, responsable de Igualdad y Deporte en el sector de Medios de Comunicación, Artes, Cultura, Ocio y Deporte de FSC-CCOO
    #CambiaLaEscena

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    Esta pandemia ha traído consigo graves consecuencias para la salud de las personas principalmente, pero también lo ha hecho para las actividades laborales y vitales que éstas venían desarrollando. El cierre de un gran número de actividades y los centros de trabajo asociados a ellas debido a la emergencia sanitaria, ha provocado una gran destrucción de empleo y también una gran emergencia social. La prolongación de este problema, ha provocado que muchas personas se encuentren en graves dificultades para hacer frente a sus necesidades básicas y a las de sus familias.
    Las mujeres víctimas de violencia de género se han visto obligadas a convivir con sus agresores.

    Todas estas cosas son motivo de situaciones verdaderamente dramáticas y no es ajeno a ninguna persona.

    En el caso de las artes escénicas, que es lo que nos ocupa, no ha sucedido de otra manera. El cierre de los teatros debido al COVID-19 así como el confinamiento en el que nos hemos encontrado, ha traído consigo más precarización a un sector ya de por sí precarizado en todos los sentidos.

    Las mujeres que realizan su actividad laboral en el sector, así como muchas otras mujeres del país, han sufrido las consecuencias directamente derivadas de todo esto y no sólo en sus trabajos, sino en el desarrollo de sus vidas diarias.

    La paralización de la actividad escénica ha encerrado a las mujeres en sus casas multiplicando las responsabilidades que se nos atribuyen tradicionalmente además de tener que atender a sus obligaciones laborales. Muchas personas están realizando su trabajo desde casa con lo que todo ello conlleva.

    Ahora viene la vuelta a la normalidad, si es que esto es posible. La vuelta a los centros de trabajo va a estar marcada por las medidas de protección para las plantillas y para las personas que acuden a los teatros como público, así como del saneamiento profundo de los teatros. El reinicio de la actividad escénica en condiciones normales, va a ser complicado, máxime cuando los niños y las niñas ya no van a tener colegio hasta el próximo curso. Como todas sabemos, somos nosotras en general las que nos hacemos cargo de los cuidados en el más amplio sentido de la palabra.

    En el sector de las artes escénicas hay áreas que están claramente feminizadas como son la sastrería, el maquillaje, la regiduría y la peluquería, y áreas que están claramente masculinizadas, como el área técnica.

    Es precisamente en el área técnica donde las mujeres sufren más precariedad dado que realizan trabajos tradicionalmente atribuidos a los hombres como son los de técnico de iluminación, de sonido, maquinistas, etc. Trabajos en los que se menosprecia a las mujeres por ser físicos. Son tareas más nuestras la sastrería, la peluquería y el maquillaje por lo visto.

    También se producen situaciones graves en el área artística. Un ejemplo muy claro de esto son las bailarinas, a las que se llega a despedir por el simple hecho de querer ser madres, o se las coacciona si muestran alguna inquietud en este sentido amenazándolas con no volver a contratarlas.

    No se quedan atrás las actrices en cuanto a discriminación. No queda bien en escena una actriz de cierta edad a no ser que sea una gran estrella. A los hombres no les pasa, parece que con los años ganan en presencia.

    Además de todo esto, se dan muchas situaciones de acoso sexual. Son los hombres en general quienes ostentan los cargos de dirección y deciden quién sale a escena y quién no. Hay que recordar hace unos años la aparición de denuncias de acoso sexual por parte de actrices de renombre a nivel mundial que acusaban del delito a grandes directores y productores de cine. Hay que decir que gracias a este tipo de denuncias, muchas otras mujeres se han atrevido a sacar a la luz este problema.

    En definitiva, las mujeres son discriminadas en el más amplio sentido de la palabra, sólo por serlo. Este hecho, lamentablemente, está bastante extendido en el mundo laboral.

    Por suerte, cada vez hay más mujeres que luchan porque se les valore en la misma medida que a los hombres. Son tan buenas maquinistas, técnicos de luces y sonido, directoras y artistas como ellos.

    Gracias a todas ellas por ser un ejemplo de fuerza y de lucha. Muchas otras seguirán su estela.

    La lucha continúa.